Lo que os hará falta:
- Sellos usados.
- Alkil o cola de pegar y un pincel.
- Tijeras.
- Cenicero de cristal.
Es muy sencillo hacerlos, lo primero que hay que hacer es comprar un cenicero de cristal totalmente transparente, especialmente por la base que es donde se pegan los sellos. Estos ceniceros son muy baratos, los venden en los chinos por menos de un euro. También tendréis que ir recopilando sellos de las cartas recibidas.
Los sellos usados habrá que despegarlos del sobre con cuidado, sin romperlos, del modo que os explicamos en un tutorial anterior dedicado a hacer marcalibros. Cuando los sellos estén totalmente secos podremos empezar a pegarlos en la base del cenicero, por la parte de fuera, de manera que se vean los dibujos a través del cristal del interior del cenicero. Procuraremos que los sellos queden bien pegados y cuando lo estén pondremos un poco más de pegamento por encima para que quede bien rematado y no se despegue.
Esperaremos hasta el día siguiente para que seque bien todo y, si en la parte trasera le pones después un poco de fieltro de pegar te quedará mejor rematado.
Para terminar recortaremos los sellos que sobresalen dándole la forma redondeada del cenicero y ya está, listo para regalar.
Y queda tan bonito que yo no lo uso para apagar cigarrillos, sino para poner monedas, pendientes, etc.
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