Qué necesitamos:
1.- Un globo terráqueo.
2.- Cable y casquillo para montar la bombilla (las venden en IKEA muy baratas).
3.- Un sarrucho.
4.- Una lima.
5.- Barniz o Alquil.
5.- Un poco de habilidad y paciencia.
Para comenzar desencajaremos la bola del mundo del soporte en el que viene de manera que nos quede como un balón, sin el pie. A continuación la cortaremos por la mitad con el serrucho o similar, con mucho cuidado de no romperla. También tendremos que agrandar un poco, en función del tamaño del casquillo de la bombilla, la parte superior de la bola por donde entra el cable eléctrico.
Una vez cortado hay que lijar lijar bien los lugares por donde hayamos cortado la bola y procedemos después al barnizado de todo para que quede bien curioso y protegido.
Seco y terminado ya se puede colgar del techo teniendo sumo cuidado al realizar la instalación eléctrica.
Y el resultado es así de vistoso.
En este modelo que os mostramos se utilizaron tres cuartas partes del globo terráqueo pero también queda muy bien usando la mitad, así tendremos dos lámparas para las habitaciones de nuestros hijos.
Como precaución después de cortar la bola, es posible que se separe el mapa de la la bola de plástico pero si así fuese la pegaríamos con pegamento Alkil o similar esperando a que seque bien. Después le daremos a todo una mano de barniz trasparente y, seco nuevamente, instalaremos el cable eléctrico.
